jueves, 12 de julio de 2012

“DECADÆSENCIA” . Revista literaria de los Hermanos Karamasov





“Los jóvenes escritores que, hablando de un colega, dicen con acento teñido de envidia: “buen comienzo, ¡ha tenido suerte!”, no piensan que todo comienzo ha estado siempre precedido y es el resultado de veinte comienzos desconocidos” sentenció contundente Baudelaire y es, asumiendo este discurso (adaptándolo, también), una de las formas como los grupos de jóvenes se alistan al combate literario. Esta percepción también puede relacionarse con el comienzo de un grupillo de jóvenes escritores denominados como Los hermanos K., todos ellos estudiantes universitarios de la UNASAM. 

Resulta importante precisar el contexto en el que se adscribe la revista, el grupo y las características de esta última. 
  
A) La revista aparece dentro de la esfera y los claustros universitarios, cuyos colaboradores también se mueven en esta semiósfera. 

B) El grupo representa una totalidad contradictoria (para decirlo como Antonio Cornejo Polar), además buscan asumir su modernidad ligada a los conceptos estructuralistas de Octavio Paz, cuando el vate mexicano se refiere a la pasión crítica como un “amor inmoderado, pasional por la crítica y sus precisos mecanismos de desconstrucción, pero también crítica enamorada de su objeto, crítica apasionada por aquello mismo que niega”, por eso resulta sintomático la alusión crítica a cierto grupo de escritores, pero por otro lado esta insinuación es un enamorarse  de aquello mismo que niegan o rechazan (léanse las presentaciones de dicha revista). Para Los Hermanos K., la verdad parece una construcción dialógica que se manifiesta en la dimensión intersubjetiva de discursos encontrados, sólo a partir de nuestra enunciación anterior se pueda entender las presentaciones con la que inicia cada número de la revista. En dicho texto, se manifiesta un locutor personaje (un nosotros, también) quien se dirige a varios alocutarios invisibilizados, pero representados por ciertos deícticos, este discurso además manifiesta un constructo de una retórica argumentativa que subraya la necesidad de profesionalismo del escritor huarasino, con un cariz sentencioso, irónico y casi lapidario (a veces pareciera que habla un académico, a veces un corazón apasionado, el locus de enunciación sería desde  un “entrelugar”). Quizás Los Hermanos K. no entienden, todavía, que todo lo que escriben respecto a sus coetáneos es parte de una totalidad contradictoria, no distinta de otros contextos (es el spleen de toda época, “determinada” en todo caso). 

C) El grupo surge del rechazo y al mismo tiempo de la admiración a la denominada “Narrativa huarasina última”, término acuñado por el crítico literario ancashino Javier Morales Mena  en la revista Kordillera Nº 22, 2007. pp. 6-7., donde el estudioso señala que hay un hipersurgimiento de nuevas editoriales en provincias y que este es  un fenómeno aún por discutir. En este sentido, los denominados “Narrativa huarasina última” irrumpen dentro de las propuestas editoriales de provincia, pero también sobre una tradición fundada en Zavaleta, Colchado, Yauri y Villafán. Los hermanos K, sospechan que los escritores de la “Narrativa última huarasina” han ofendido en muchos aspectos la memoria literaria de la tradición (de los denominados sarcófagos) y ante aquello, alzan su voz de protesta contra los narradores últimos. De este modo, se produce una suerte de protesta generacional (si es que la hay), entre una y otra. El tema de generación es complejo y no merece reducirlo en estas líneas, queda pendiente.
D) La revista se circunscribe, por su seriedad y estructura, a la tradición de revistas literarias ancashinas, pero su compromiso va más allá. No se solazan con una publicación improvisada, ni creen en hojas plegables o plaquetas, se inscriben en la tradición de revistas como: Asterisco, Alborada,  Ars verba, Marea cultural, Xanta, Casa de Asterión, etc. 

Voy a referirme de modo sucinto sobre el motivo que convoca esta nota, la publicación de Decadaesencia. Revista de literatura. Nº 03 (Minotauro, 2012). La revista está dividida en cinco secciones. La primera sección, “Poseía”, contiene poemas de Alejandro Mautino, Roy Vega, Benggi Bedoya, Ángel palacios y Edwin Paredes. Me limitaré a hablar sobre los otros poetas y no sobre mí. Roy Vega Jácome, en “Máscaras sin orificios”, opta por un locutor personaje que se dirige a un alocutario no representado, donde quiere despertar en aquel una sensación de compasión: “padezco en el diván las preguntas que rebotan desde el techo”. El poema plantea una retórica de la naturaleza, donde nos recuerda a Baudelaire y al poema “correspondances”: “vaste comme la nuit et comme la clarté,/ les parfums, les couleurs et les sons se répondent”. Tanto en el poema de Baudelaire y Vega, las isotopías de noche-perfume-claridad-colores-sonidos aluden a la naturaleza, lo mismo que en Vega, cielorraso-viento-crepúsculo-mar-eclipse-océano-cirros son formas de percibir materializada a la naturaleza. La diferencia del segundo respecto del primero  es que el locutor es un hablante que ha perdido el sentido de la vista. Sentado percibe, a través de los otros sentidos, elementos de la naturaleza y los reelabora en su memoria, pero no deja de tener un vago recuerdo la experiencia hasta parecer aflictivo el diálogo fallido, al final del poema. El constructo de la visión en el poema es desalentador pues, a veces, nos recuerda a Vallejo en este verso de Vega: “vuelvo sobre mis pasos carentes de edad”, Vallejo diría: “en el rincón aquél me he sentado a caminar”. Hay de este modo en el poema la incapacidad del diálogo en un ahora con la naturaleza, por eso el locutor personaje monologa con el pasado a través de la memoria: “vuelvo sobre mis pasos sobre mi tacto perdido”. En el poema “Ciudad sumergida”,  hay un diálogo creativo con la mitología judeo-cristiana que parecen confirmarse con la alusión a la lira y al oboe, a partir de una poesía conversacional que cuestiona el lugar del “otro” y ejerce un dialogo mutilado con una piedra, pues solo la historia lo recuerda. En la poesía de Benggi Bedoya Rosales, nos acercamos a una poética de la corporización de los elementos eróticos: tierra-hombre-semen-caos. En el poema “Caos” hay un planteamiento sobre lo cíclico, del retorno al caos del origen de la vida a partir de una retórica argumentativa dividida en tres momentos: caos-hombre-caos. Donde el hombre es el culpable de aquel caos último que es también un retorno a lo primitivo. En otro poema, “Dafne (o contra la poética del cuerpo)” hay un diálogo resemantizado con el mito de Dafne, donde está también visible lo sexual en la metáfora del himeneo. La poesía de Ángel Palacios Dextre está inscrita dentro de las estructuras de las poéticas como bricolaje, es decir a partir de una estructura que ha recopilado fragmentos. Esta forma se percibe en los diversos estilos de pensamiento en el locutor personaje en el poema, donde es visible el pensar antitético. En poema “17”, nos habla de la cotidianidad del amor, de lo gastado; pero en esa misma línea hay la necesidad por el “otro” (el “vamos” es un indicativo, en el texto que se anticipa como una metáfora orientacional), al igual que en los otros poetas hay esta idea de la imposibilidad del diálogo con el “otro” aludido. De este modo, la presencia de la amada es una ausencia en el poema de Palacios. Por otro lado, sigue aún siendo visible las huellas de Vallejo y Oquendo de Amat en el vate huarasino. Edwin Paredes Matías, transita entre la posibilidad del conocimiento de los recursos poéticos y la instrumentalización de la carencia. Las constantes dudas estilísticas en “El asesinado”, no permiten dar un paso firme entre uno y otro verso. En cuanto al tema se reduce a la imposibilidad de dialogar con el otro y de reconocerse “Soy en tus ojos un hombre asesinado”. 
La segunda sección de la revista, “Ceuntos”, ofrece cuentos de Santiago Nasar (seudónimo de Elías Nieto), Marco Fernández y Regina Palacios. Santiago Nasar en “Cristhife”, nos ofrece un hilo argumental parecido a El cisne negro (película de suspense psicológico, 2010), en el manejo de la narración. El narrador (sentencioso) nos recuerda al narrador en segunda persona de Aura y La muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes. Es evidente la huella del escritor mexicano en el cuento, asimismo la predilección por entrelazar la historia individual fragmentada como recurso cercano al cine. Marco Fernández en “Etapas” (cuento cortísimo que nos recuerda al escrito Augusto Monterroso), simplifica la historia de una relación amorosa en etapas por la que pasa una historia íntima, que a su vez es una metáfora de la totalidad y la experiencia. Regina Palacios en “Drosófila”, anuncia una historia con aura policíaca, pero al final el argumento no parece del todo  contundente, lo que si sorprende del relato de Palacios es su notable manejo del lenguaje, muy trabajado. 
La tercera sección, “Enteravista”, está dedicada a la entrevista. En la revista se ofrece una extensa entrevista al poeta Rodolfo Hinostroza. La cuarta sección de Decadaesencia, “Tonas”,  ofrece diversos textos críticos sobre publicaciones, artes ficcionales, ensayos y artículos. Camilo Fernández ofrece una reseña al poemario Breve anatomía de la sombra; Carlos Yushimito, expone su arte narrativa en “arqueología personal (o una poética extendida)”; Alejandro Mautino, hace una reseña al libro de Camilo Fernández Sujeto, Metáfora, argumentación; Edwin Chillce, ofrece un ensayo sobre el tinkuy y el yachay  como expresión de la condición quechua en el poema “Katatay” de Arguedas; Gustavo Tapia, analiza el surrealismo y la subjetividad en el poeta chimbotano César Quispe, precisamente analiza el libro Una piedra desplomada y; finalmente, Regina Palacios, se refiere a la ficción literaria desde su experiencia literaria. La última sección de la revista es “Grafífotoas”, donde se rinde homenaje a una de las impulsoras de la literatura infantil en nuestro país, Rosa Cerna Guardia.
Decadaesencia, es una publicación que con sus tres números todavía no logra fundamentar sus bases, pero que anticipa un futuro prometedor de sus integrantes y como revista propiamente dicha. Es, asimismo, una revista de provocación que tiene por motivo la profesionalización del escritor huarasino y sobre todo, estos escritores materializan sus sueños y sus demonios en la página en blanco, muy difícil de dominar.


sábado, 7 de julio de 2012

UN POETA CON POCOS AMIGOS

Por los 138 años del nacimiento de José María Eguren


Por Elías Nieto Raymundo


Un 7 de julio, nació en Lima hace 138 años uno de los mejores poetas que hemos tenido en el Perú, José María Eguren. Recuerdo que en la universidad mi profesor Segundo Castro, con su pasión desbordante por la lectura,  nos  repetía constantemente que muchos hablaban de Vallejo, incluso sin haberlo leído; pero, escuchar que alguien hablara de Eguren resultaba casi imposible. El desdén hacia la poesía del limeño quizá se deba a su hermetismo, como lo sostiene Américo Ferrari, en que esta "es secreta, pues se empeña en revelar un mundo oculto que cuanto más se manifiesta en el verbo más se oculta y cierra su secreto". Entonces, su obra requiere un lector cómplice, un lector activo que reconstruya el sentido de sus versos y pueda penetrar en la esencia discursiva del poema. En general, como lo afirma Camilo Fernández Cozman, "la poesía de Eguren es siempre una provocación significativa", una gama de sentidos por desenvolver, un cúmulo de símbolos construídos, muchas veces, en base a opuestos o a figuras antitéticas.
En la introducción de Poesías completas y prosas selectas, Estuardo Núñez manifiesta que "Eguren era un innovador temperamental e intuitivo",un innovador que arremetió contra la poesía de contextos diluídos, resultando para su tiempo, un poeta violento que exhibe una poética violenta, respecto a lo racional.
La poesía de Eguren, de este modo, se constituye como una subversión contra el canon. Sin embargo, muchos pecaron de ingenuidad al considerarla indescifrable, difícil o totalmente hermética. Otros, los más osados, optaron por denominarla como "poesía oscura", señalando en aquella una poesía sin ninguna referencia concreta. 
Hoy, a más de un siglo de su nacimiento, no queda más que rendirle un homenaje, como muy bien lo viene haciendo la Casa de la Literatura Peruana, para que así se puedan desterrar todos los prejuicios y argumentos sin sentido que muchas veces llevaron a un sitial inmerecido a la poesía de Eguren.
Les dejo con un poema que se encuentra en La canción de las figuras, un poema que siempre me recordó la historia de mi país, un Perú que hoy necesite quizá ver en sus poetas la solución a sus infinitos y aciagos problemas.


EL CABALLO

Viene por las calles,
a la luna parva,
un caballo muerto
en antigua batalla.
Sus cascos sombríos…
trepida, resbala;
da un hosco relincho,
con sus voces lejanas.
En la plúmbea esquina
de la barricada,
con ojos vacíos
y con horror, se para.
Más tarde se escuchan
sus lentas pisadas,
por vías desiertas
y por ruinosas plazas.

martes, 3 de julio de 2012


Reliquias

Ayer vi a un niño morir en la Calle Perú.
un día antes de ayer
vi a una anciana desfallecer
en la cama N° 7 del hospital general.

Es la hora en que anochece.
Pronto estará desnudo el sol
despojado de las flechas luz.

Sufre el mundo en la cuerda suspendida;
nuestra vida se consume en su desequilibrio.
Pronto el mundo será un simple latido.

Mañana abandonaré al viento
las cenizas de dios
¿quedará alguna religión después?
Pronto el mundo será una simple oración.

Un ratón roe la soga en tiempo estancado
y sonríe en una calma extraña.
Es la hora en que anochece.
Pronto el mundo será una línea y un punto.


Edwin Paredes Matías