Elías Nieto
Me contaron mis antepasados que la monstruosa criatura
agoniza en su letargo
Tan monstruosa como nunca se hubo oído
extendía sus alas y las alegres muchachas
preñadas eran de la semilla
Los hombres, para protegerse,
con palabras nimias la llamaban “ordure”
y fabulaban su parentesco rastrero con las sierpes
orientales
Un día, una oruga, de una remota comunidad
perdida]
Al mando de una legión beligerante de 1111
hombres
le dio terrible caza cegándole ambos ojos y
encarcelándola por 111 años
Hoy mis coetáneos quieren que les prometa
y fingiendo miedo lo hago
le acepto al senescal
insecto
el encargo de ser
quien dé
los santos óleos y
prepare las exequias
Hago traer 11 cirios ambarinos
Murmuro palabras en lenguas muertas
Simulo convulsiones y delante de su celda grito:
“Que hable la ciega milenaria
Que cuente sus días a Dios
Que muestre sus zarpas
letales
Que sepa todo lo que significa
nuestra voz”
Ordeno abrir su celda y la veo agonizante
postrada en un rincón
Aparento un don profético y
aúllo el encargo de antiquísimos
libros
para que corrompan su maltrecho cuerpo
Todos salen corriendo mientras yo le musito
al guardia de la
celda
“mírala ahora, tengo ganas de
tomarla y de un solo tajo
partirla en dos”
Le confieso un secreto:
“Esa horrenda bestia hace 1111 años se
llamaba Poesía, simple criatura posesa
nada más es hoy”
Le doy unas palmadas al fiel vigía
Y con pausado tono le ordeno:
“Anda, ve a la torre
Toca la trompeta que
ha muerto
La vieja señora” y ahí queda
1 con la bestia,
el 1 y ella soy yoLe Temps N'a Point de Rive de Marc Chagall |